Cómo es… The Adventures of Batman & Robin (1994, Super Nintendo)

Plataforma: Super Nintendo
Género: Acción
Año: 1994
Desarolladora(s):
Textos: Inglés

En cierta oportunidad dije que los videojuegos de Batman: Arkham son el “Batman de Christopher Nolan” de los videojuegos. Esto lo dije porque, así como los proponentes de aquellas películas afirmaban que solamente Nolan había retratado al personaje en el cine correctamente (lo mismo que alguna vez dijeron las mismas personas refiriéndose a Tim Burton), el público de los juegos y la crítica que los ha alabado insiste en que Batman nunca, jamás, en toda su historia, había protagonizado buenos videojuegos, hasta que llegó Rocksteady con su galardonado “Arkham Asylum” y cambió todo. Juran por todo cuanto tienen delante que la licencia de Batman en los videojuegos estaba “maldita”, igual que la de Superman, y que nada bueno había salido de ella nunca en más de veinte años.

Por favor, permítenme que exclame bien alto y sin que me quede nada por dentro: ESO ES MENTIRA.

Batman sí que tuvo juegos muy buenos antes de Arkham. Algunos de ellos incluso son títulos imprescindibles en los sistemas para los cuales salieron. Ahí tenemos Batman, de Ocean para Amiga, basado en la película de 1989; y Batman: The Video Game, de Sunsoft para NES. Posteriormente tenemos Batman Returns, para Super Nintendo y Sega CD, esta última por incorporar unos excelentes niveles de conducción del Batimóvil en 3D. La cosa ya decayó en 1995 por culpa de Acclaim, pero Ubi Soft ayudó a levantarla un poco con Batman: Vengeance, de Gamecube, e incluso los impresentables de Electronic Arts publicaron un estupendo “Batman Begins” para la misma consola. ¡Sí, el juego de la primera película de Nolan era un buen juego de Batman antes de Arkham! No es que todos fueran buenos, y si se trata simplemente de “los jugué pero no me gustaron”, sin insinuaciones de que “si te gustaron a ti es porque eres mala persona”, no hay problema; pero de ahí a ponerlos a todos al nivel del abominable Batman: Dark Tomorrow hay un abismo en el que se podrían construir setecientas Baticuevas.

El juego que tenemos ante nosotros es otro de los buenos juegos de Batman antes de Arkham. Está basado en “Batman: La serie animada”, el Batman de Christopher Nolan de los dibujos animados (una vez más, por la actitud de sus proponentes más que por sus propios méritos).
Yo no veía esta serie cuando era nueva porque no me gustaban las “comiquitas” de acción en aquel entonces -y no puedo evitar sentir resentimiento, ahora que sí me gustan pero ya no se hacen-. Pero sí tuve juguetes de ella y jugué algunos de los videojuegos, incluido el presente; y posteriormente, en 2006, la llegué a ver en repeticiones y en DVD. La mejor forma que se me ocurre para describirla es como una serie de cortometrajes de cine animado y recomendados para público de 13 años en adelante (lo que llamamos “censura B” en Venezuela), pero transmitidos por televisión y escritos por gente que tenía más familiaridad con los cómics que los guionistas de las películas, por lo que la fidelidad al material base era mayor (sin ser 100% idénticos). Por lo mismo, les era posible desarrollar a los personajes con mucha mayor profundidad a lo largo de decenas de capítulos televisivos que en dos horas cinematográficas. A eso añadimos un estilo artístico que fusionaba el de Tim Burton con el de los dibujos de Superman de los Fleischer y una música orquestada por Shirley Walker (socia de Danny Elfman, compositor de Burton), y tanto la calidad como el éxito masivo estaban servidos. A la fecha, todavía hay gente que considera, tanto a la serie como a todo el “Universo Animado DC” al que dio origen, superior a los mismos cómics. Considerando el estado en el que se encontraban los cómics de superhéroes en los 90 (y, dependiendo del punto de vista de cada quien, ahora), yo estoy más que dispuesto a darles crédito. Durante su segunda temporada, de veinte capítulos, el nombre de la serie se cambió por “Las aventuras de Batman y Robin” para reflejar que éste cobraba más protagonismo; de ahí que el juego se llame así también aunque Robin casi no aparezca, ni sea un personaje controlable.

Existen otros tres juegos con este nombre pero para sistemas de Sega, de los cuales el más conocido y mejor es el de Sega Genesis. Yo voy a hablar del de Super Nintendo porque es, para mí, la mejor versión y la más especial a nivel sentimental, pero realmente cualquiera de las dos vale para darse por bien servido. ¡Deprisa, al bati-texto!

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La historia del juego está dividida en una sucesión de ocho “capítulos” auto-conclusos, en cada uno de los cuales se enfrenta a villanos diferentes. En el octavo y último “capítulo”, la mayoría de éstos, previamente derrotados, se escapan del Manicomio Arkham y atacan a Batman uno detrás de otro. La selección incluye al Guasón (acompañado, naturalmente, por Harley Quinn, que se originó en la serie e inmediatamente saltó a la fama mundial), el Pingüino, Gatúbela, el Acertijo, Cara de Barro, el Murciélago-Hombre y otros.

En líneas generales, el juego es de acción/plataformas, pero cada nivel se juega distinto a los demás. El primero es simplemente de avanzar hacia adelante y matar enemigos hasta alcanzar al Guasón y pelear contra él sobre una montaña rusa en movimiento; pero en el segundo, que se sitúa en el invernadero de Ortiga Venenosa (sí, “Ortiga”, porque el doblaje la llamaba así, ¿recuerdan?), la mecánica cambia un poco porque Batman no puede golpear a las secuaces de Ortiga, y en vez de eso tienes que utilizar gas -en bombas o en spray- para dormirlas durante unos segundos y pasar de largo; y en el tercero, no tienes que saltar sobre plataformas sino ir encontrando rehenes capturados en el museo por el Pingüino, abriendo puertas, utilizando el ascensor y comunicándote con Robin para que te oriente dentro del edificio. Y así continúa, desafiándote a perseguir a Gatúbela, destruir el carro de Doble-Cara a bordo del Batimóvil, o resolver el laberinto del Acertijo. En todo momento se presentan situaciones que obligan a pensar rápido y reaccionar aún más rápido, normalmente de esquivar obstáculos que vienen de pronto, utilizar el batigancho para colgarte justo antes de caer al vacío y morir, o dar vueltas muy cerradas con el Batimóvil. La idea es recrear la sensación que transmite un capítulo de la serie, con el mismo tipo de acción y momentos de alto riesgo, pero con la importante diferencia de que tú, el jugador, estás al mando. Esto se hace aún más evidente porque muchas de las situaciones que se te presentan en los niveles están calcadas directamente de la serie, incluyendo justamente cosas tales como la pelea contra el Guasón a bordo de la montaña rusa, la persecución de Gatúbela y el laberinto del Acertijo. A efectos prácticos, tú eres Batman.

Como no puede ser de otra forma, Batman se ayuda de diversos artefactos que incluyen el batibúmeran (para aturdir a los enemigos), shuriken (para dañar enemigos), bombas, el batigancho y el gas más arriba mencionados, y algunas que se utilizan para situaciones específicas de ciertos niveles, como son la linterna, la máscara anti-gas y los anteojos de rayos X. Si empiezas un nivel y te falta algún artefacto, puedes poner pausa y regresar a la Baticueva, únicamente a costa de comenzar el nivel desde el principio. El juego utiliza un sistema de passwords para continuar desde el último nivel donde te quedaste, pero cuidado; también tienes tres continues y ninguna forma de conseguir más, y los passwords toman en cuenta cuántos te quedan cuando los anotas. Además, el nivel de dificultad más difícil no te da ningún password para nada.

El nivel más fuera del molde es el de Doble-Cara. No llegas a pelear contra él a pie, sino que manejas el Batimóvil con perspectiva desde arriba por unas calles que giran al dar curvas cerradas, gracias a las capacidades gráficas “Modo 7” innatas al Super Nintendo y que ya conocemos de juegos como Super Star Wars, Contra III, o Super Mario Kart. El objetivo es simple; destruir los autos de los enemigos, Doble-Cara incluido, sin que ellos te destruyan a ti y sin hacerle daño a los autos de los civiles.

Para los que tengan algún aprecio por la serie, el juego sin duda es un enviado del cielo, tanto a nivel jugable como audiovisual; los gráficos están dibujados y animados a una imitación perfecta del estilo artístico de la serie, y la música también está tomada de los capítulos que sirven de base a los niveles. No hay más que ver el video de más abajo en movimiento y comprobarlo. Konami era antaño muy cuidadosa con la fidelidad audiovisual de sus juegos basados en dibujos animados de televisión, y The Adventures of Batman & Robin es quizás una de sus muestras de presentación mejor construidas a ese respecto. Sería muy bueno que se le hiciera algún relanzamiento en HD y con las voces de la serie (en español latino, si tan solo el destino no hubiera dispuesto que todo el reparto original del doblaje se encuentre fuera de Venezuela para siempre).

Ahora bien; no es absolutamente necesario ser aficionado a la serie para apreciar las bondades del juego, pero sí es necesario llegar sabiendo que éste a veces se apega a la serie demasiado, y está hecho con la expectativa de que el jugador tiene la capacidad de pensar y reaccionar tan rápidamente como el mismo Batman. No hay nada que esté al nivel del “Turbo Túnel”, pero sí hay mucho de prever caídas mortales, espinas saliendo del suelo, plataformas que se caen… y, en el nivel del Acertijo, un detallazo; a lo largo de éste el Acertijo te propone adivinanzs que debes resolver, todas sacadas del capítulo “Si eres tan inteligente, ¿por qué no eres rico?”. La única forma de resolverlos correctamente a la primera es haber visto el capítulo (en inglés, por añadidura) o tener la misma capacidad ilimitada de pensamiento lateral que Batman. Ahí preveo que más de uno se va a caer de bruces. Pero, aparte de eso, la dificultad es del tipo “no va a ser fácil, pero tampoco imposible, tú esfuérzate y lo lograrás”, como siempre tiene que ser.

En conclusión: No es fácil, ni amigable con el neófito de la serie, pero no por ello es imposible de jugar, ni mucho menos de disfrutar.